domingo, 16 de julio de 2017

Árboles de Caracas: El Samán

Crónica de la destrucción de los árboles en las ciudades. 

capítuloEl Samán

Nada más confortable que sentarse "bajo" un samán, “el árbol de lluvia”, nos hace sentirnos diminutos ante la vida natural, es la majestuosa obra de Dios, y bendecida Venezuela por su abundancia, muchas viviendas, comercios, plazas, calles y urbanizaciones han sido bautizadas con el nombre de este querido árbol "Samán" o "Los Samanes" por ser su presencia imponente.

¿Como reconocerlo? -.fácilmente: 
Primero, es inmenso, su altura apunta entre 10 y 30 mts, Segundo, es su copa que se extiende como un espectacular paragua con más de 50 mts, de diámetro, su aspecto es imponente a simple vista, sin embargo y paradójicamente a pesar de su tamaño, sus hojas son muy pequeñas pero extremadamente abundante, al punto de ser una verdadera protección del sol o la lluvia, su tronco es ancho de color negro entre 3 y 6 mts de diámetro, con infinitud de canales grietosos que genera una especie de encajes de madera corrugosa que le da un aspecto sobrio.



Es un árbol longevo, se consiguen hasta con más de 200 años, son arboles ornamentales y de sombra, y su hábitat responde al clima intertropical de América, fue exportado a regiones del Asia. Es un Árbol que tiene la capacidad de proteger los suelos y evitar su arrastre por lluvias o deslaves, reduciendo sedimentaciones en los cauces, lagos y mares. En Suramérica abunda, asimismo en Venezuela, lo vemos adornando parques, plazas, quintas y calles, como por ejemplo en la ciudad Caracas, sus raíces sobresalen muy poco y como dije, su copa se extiende como un inmenso paragua, casi de 50 mts, de extensión, esto proporciona una gran sombra fresca, que por un lado, es ideal para enamorados de todas las épocas y por otro, para los soñadores y de espíritus creativos, quienes buscan dentro de si la musa de la inspiración artística, al contemplar los rayos de luz solar infinitos que logran colarse en el constante abanicar de sus incontables pequeñas hojas que recrean millones de abanicos verdes, que da una sabrosa brisa en verano. Su escasez de raíces exteriores permite recostarse sobre su tronco, el aire es más puro bajo de si, me han hecho saber que mirar el sol bajo su caleidoscópica copa así como abrazar su tronco, genera un efecto desestresante, y permite libera la excesiva carga eléctrica del cuerpo por los innumerables aparatos electrónicos que nos rodean en la vida cotidiana.




Es un árbol leguminoso que favorece la protección de acuíferos, caladas o ríos, y del suelo bajo de su copa, en la colonia y parte del siglo XIX fue utilizada en el cultivo de café de sombra en Caracas. Es un árbol resistente a los hongos de árbol y resiste a los embates de vientos tormentuosos, su fruto es claramente reconocible, pues abunda bajo su suelo, es una leguminosa, y como toda, tiene forma de vainita, y está particularmente es de color negro., dentro, contiene más de cuatro semillas en una sustancia viscosa, es muy apreciada para el consumo ganadero por su importantes niveles de proteínas y según tengo entendido en los llanos Venezolanos, este árbol aporta debajo de su frondosa copa, altos niveles de nitrógeno ofrece también una idónea sombra o cortina para el ganado.





En la clasificación de los estudios científicos, pertenece al reino de las plantas, y dentro del reino de las plantas a la división de las magnoliophyta, clase: Magnoliopsida, Orden: Fabales, familia: fabaceae, Subfamilias; Mimosoideae, Genero: Samanea. Y como Especie al S. saman.



Nuestras culturas originarias rendían culto a este árbol, y como uso productivo trabajan allí la Yuca amarga para la elaboración del casabe , de allí a la traducción de “zona de rayado”. El explorador Alexander Von Humboldt quien recorrió Venezuela a principios del siglo XIX, recogió en sus escritos la leyenda indígena del Samán de Guere, un arbol que hoy se conserva como monumento histórico-natural en la ciudad Maracay, que para quien no conoce Venezuela es una ciudad ubicada en la misma región norte-costera como Caracas, esta leyenda indígena del Samán de Guere en la tradición Arahuaca o Arawaca, etnia originaria que pobló esta región junto a los Caribes antes de la llegada de los europeos, indicaba, que era un árbol mágico, dicen que fue un chamán que tras perecer en la conflagración bélica entre arahuacos y caribes, se convirtió en árbol. Árbol que bajo sus sombras dirimieron diferencias Guaicaipuro y Maracay, árbol que también cobijó al ejército patriota de El Libertador Simón Bolívar en la Campaña Admirable el 3 de agosto de 1813, y donde sirvió de inspiración de juramento al movimiento militar bolivariano revolucionario en 1983 donde participó el expresidente Comandante Hugo Chávez Frías 1998-2013.


Sustentabilidad 
Los enemigos del Samán son las alcaldías que obedecen al “modernismo de constructora de grandes residencias y locales comerciales", que sin remordimiento alguno a punta de motosierra devastan estas grandes creaciones de la naturaleza, pero no solo las alcaldías, también los vendedores, talleres, restaurant que recurren a derrumbarlos para hacer más visibles su comercios, las viviendas que lo utilizan como sostenimiento de cableados eléctricos, constructores de aceras que sellan las entradas de agua a las raíces con concreto, podadores de ramas que los dejan sin equilibrio ante vientos, conserjerías  e individuos que usan sus troncos como depósito de bolsas de basura, vertedero de aceites y demás sustancias nocivas, resecando sus raíces y dejando de surtir savia, que lo va secando por dentro, también pintarle la base de blanco con cal y pintura blanca produciéndoles grave daño. Yo presencie aun muy joven la deforestación en todo una avenida entera en Caracas de esta especie arbolea y otras más, sin el menor escrúpulo y bajo la mirada indiferente de habitantes, autoridades y transeúntes, lo que denota la poca cultura ambiental de los ciudadanos. 


No hay plan ambiental en lo gubernamental central o municipal, ni proyectos de los consejos comunal o comunidades en general, ni siquiera fundaciones privadas: nacional o internacionales, para un protección real, para la fertilización, para hidratación, fumigación, cicatrización, abono y seguimiento.


Finalmente muchos de estos espectaculares arboles a pesar de su fortaleza, sucumben ante la inconciencia del hombre, enferman no tienen la capacidad de enfrentar el modernismo no sustentable, por ello ante vientos  aguaceros y frente a la contaminación se secan, se desploman con la gravedad que esto crea, no hay una reposición de la especie, poniendo en peligro la vida en el planeta con el recalentamiento ambiental y la destrucción del ecosistema, como lo vemos en Caracas.


Sembremos un árbol y demos amor a la naturaleza, el Samán es un regalo de Dios, y tenemos el deber de legar este hermoso ejemplar a las generaciones posteriores.







FUENTES:

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